Fuente: Museo Nacional

La pandemia COVID 19 trajo consigo cambios a todo nivel. Juntos pasamos por una gama de emociones y aprendizajes. La raza humana unida en los mismos miedos y esperanzas.

El MuNa cerró sus puertas para obedecer con las precauciones y el equipo acató el confinamiento sin perder el contacto. Para nosotros esto significó implementar técnicas nuevas, aprender de las más recientes plataformas de conexión, generar mensajes y dinámicas digitales. Tratar de estar presentes de diferentes formas. Así propusimos juegos, compartimos música, contenidos sobre piezas patrimoniales, talleres para niños, entre muchas otras cosas.

Al igual que los admirados docentes, la planificación y el re planteamiento de los servicios culturales significó un doble trabajo. Nuestra mediadora ha atendido cientos de personas al día en recorridos virtuales. Ahora hacemos el doble de diseños gráficos y tuvimos que reforzar el registro digital de buena parte de la colección de bienes patrimoniales.

Tuvimos que pedir ayuda y generar alianzas. Sentíamos que junto a otros aliados del sector era mejor pasar por esta etapa llena de nuevos retos. Nunca nos detuvimos. Algo que nos mantuvo muy cercanos fue escucharnos.

Seguimos adelante a pesar del dolor y de las pérdidas. Nos consternamos cuando cerraron algunos espacios bellos de esta ciudad como el Mindalae. Nos preocupamos cuando un amigo artista cerró su taller. Se contagió un compañero, luego otros, sus familias. Hubo rotación de personal y recortes. Sufrimos como familia la partida de Honorio Granja, nos condolimos con toda la gente que se quedó sin sus seres queridos.

Fuimos retomando cosas que requerían seguimiento desde hace meses, como quien zurce una brecha en el tiempo. En este punto, el equipo de Investigación, Museología y Museografía del MuNa se acercó a varios talleres de artistas ecuatorianos. En diálogo cercano con ellos nació la muestra de arte contemporáneo INCERTIDUMBRES, narrativas de una cotidianidad transformada. Reafirmando en nosotros que en los tiempos difíciles renace la creatividad. La muestra habla de la pandemia, porque el arte también expresa lo más importante del presente. La logística y el montaje de esta muestra se logró gracias al apoyo del Instituto de Fomento a la Creatividad e Innovación y a la Galería de Arte Atuczara.

El MuNa volvió a abrir en octubre de 2020 con especial emoción. Era conmovedor ver a la gente volver al espacio con entusiasmo, como si el museo nos sostuviera. Propusimos una campaña en la que algunas piezas del MuNa fueron intervenidas con mascarillas y elementos de bioseguridad con la intención de insistir en los mensajes, pero de una forma más amigable y cercana.

Propusimos las reservas previas para controlar el aforo. Intentar en lo posible que no nos limiten los límites. Funcionó. Las familias volvieron a visitarnos en este espacio seguro.

Uno de los proyectos más destacables de esta época es la Escuela de Mediación Colectiva, ganador del premio Ibermuseos, que permitió incorporar nuevas voces al guión museológico del MuNa. Un equipo consultor incluyó en nuestras salas contenidos referentes a género, interculturalidades, discapacidades, migración y derechos GLBTI. Es hermoso poder decir que nuestro museo no sólo habla, sino que también escucha, recibe nuevas perspectivas y se mantiene vivo.

Al momento el MuNa enfrenta el traslado de sus reservas a un nuevo espacio. Han sido días interminables de trabajo para nuestras curadoras y el equipo de mudanza. Ha sido impresionante ver la dedicación y el amor de estas personas que llaman a cada elemento por su nombre, que conocen sus fechas, sus modos, sus cuidados. Que cuidan cada detalle, como se debe custodiar un verdadero tesoro.

Hemos pensado en mantener tanto la programación presencial como la virtual. El universo digital nos abrió las puertas para poder interactuar con públicos de otros países. En nuestros recorridos por Facebook Live hemos logrado tener contacto con personas de Argentina, Uruguay, España, México, Perú, entre otros países. La virtualidad te acerca a otros lugares. Aunque no se cuenta con toda la tecnología, se he intentado buscar recursos para mantener un nivel constante de contenidos de calidad.

Así, trabajar dentro del museo ha constituido mucha fortaleza y crecimiento en medio de este contexto tan duro. Desde el MuNa, estamos siempre abiertos a la cooperación y el trabajo conjunto. Esperamos, que las experiencias que se proponen desde nuestro sector coadyuven a aliviar al mundo.